La
terapia neoadyuvante es la que
se administra como primer paso para
reducir el tamaño del tumor principal. El tratamiento principal, generalmente se trata de la intervención
quirúrgica para extirpar el tumor. Por otro lado, la terapia adyuvante se trata de una terapia adicional que se administra después del
tratamiento primario para disminuir la recurrencia del cáncer.
El
abordaje terapéutico para el cáncer de mama se basa en: intervenciones quirúrgicas (principal), radioterapia, hormonoterapia,
terapia biológica (inmunoterapia)
y quimioterapia, que consiste en
una combinación de medicamentos neoadyuvante, adyuvante o en cánceres
avanzados.
Con inmunoterapia,
quimioterapia o un fármaco por separado no se conseguía una mejor supervivencia.
La estrategia más efectiva era la combinación de fármacos o de algún fármaco
con quimioterapia, por ejemplo, con taxanos, fármacos que impiden la división
celular. Así, se ha conseguido ampliar la supervivencia hasta aproximadamente 18
meses, un tiempo que sigue siendo bastante reducido.
Nuevas líneas de investigación
han propuesto la aplicación de una nueva terapia basada en la inmunoterapia con
la que, mediante la administración de dos fármacos intravenosos, se ha
conseguido mejorar el pronóstico de las pacientes con TNBC.
a. El primer fármaco es el Atezolizumab, el cual se basa en la
capacidad de las células tumorales de inhibir la respuesta inmunitaria
evadiendo el sistema inmune. Los linfocitos T citotóxicos expresan PD-1
(programmed death 1) en su membrana, un receptor encargado de regular la
respuesta inmunitaria contra células del propio organismo previniéndolo así de
enfermedades autoinmunes. A su vez, en la membrana las células tumorales
presentarán el ligando PD-L1 (programmed death ligand 1), que al unirse al
receptor suprimirá la actividad inflamatoria de los linfocitos T previniéndose
de ser atacadas. El fármaco lo que hará, pues, será evitar esta downregulation
uniéndose al ligando y bloqueando la unión de este con su receptor,
consiguiendo así reactivar la respuesta inmune.
b. El Atezolizumab se combina en
este tratamiento con Nab-Paclitaxel,
un taxano unido a albúmina formando nanopartículas que al ser administradas se
transportan hasta el área tumoral. Una vez allí realizaran asociaciones de
microtúbulos impidiendo que las células cancerígenas puedan organizar su
citoesqueleto y sean incapaces de dividirse.
Se realizo un trial
internacional, aleatorizado, doble ciego controlado por placebo en el cual se
administraron ambos fármacos a 451 pacientes y un tratamiento placebo que
consistía tan solo en la administración del taxano sin Atezolizumab a otros 451
pacientes. Todos los pacientes padecían cáncer de mama triple negativo
metastásico o localmente avanzado y no habían estado previamente tratados ni
con quimioterapia o cualquier otra terapia dirigida a este tipo de cáncer.
El resultado obtenido después
del ensayo fue un incremento en la supervivencia del grupo tratado con la
combinación de fármacos respecto al tratado con el placebo. Aunque la mejora no
resultó estadísticamente significativa, sí se observaron efectos
particularmente notables en pacientes que expresaban PD-L1, ya que su
supervivencia se vio incrementada hasta dos meses y medio más.
De manera que esto abre una nueva vía de
cara a poder combinar fármacos para abordar también el TNBC desde el espectro
de la inmunoterapia. También da pie a una posible mayor esperanza de vida para
las mujeres afectas, y una nueva vía de investigación en busca de la mejora.
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